En la actualidad, cuando la mayoría de la gente piensa en las sartenes, si imagina las tratadas con resina, como el Teflón, ya que es el tipo de sartén que muchas personas usan. En otras palabras, dependen de sartenes convenientes donde la comida no se pega. En nuestra sociedad actual, donde la velocidad lo es todo, terminamos siendo presionados por el tiempo para cocinar nuestros alimentos lo más rápidamente posible, lo que nos lleva a la idea de que podemos cocinar más rápido a altas temperaturas. No es de extrañar que tanta gente confíe en sartenes revestidas de resina que, mientras la membrana de la superficie permanezca intacta, evita que los alimentos se quemen o se peguen, incluso con un calor demasiado fuerte o con muy poco aceite.

Por el contrario, las sartenes de hierro (plancha de acero) requieren que se cocine a temperaturas adecuadas para los ingredientes con cantidades apropiadas de aceite o se terminarán quemando los alimentos y haciendo que se peguen a la sartén. La razón es porque cuando las personas usan sartenes de hierro (plancha de acero) de la misma manera que usan sartenes tratadas con resina, la mayor conductividad térmica del hierro (plancha de acero), una de las características clave de esta sartén, supera la cantidad de calor que se pretende al momento de cocinar los alimentos.

Una de las propiedades del hierro (plancha de acero) es que su superficie absorbe y se adapta al aceite cada vez que se usa para cocinar. Sin embargo, muchos cocineros a los que les gusta mantener una cocina limpia terminan usando detergente para lavar platos y / o cepillos metálicos para limpiar sus sartenes cada vez que cocinan. Dejando de lado los efectos que esto puede tener en las sartenes hechas de acero inoxidable y aluminio, cuando las sartenes de hierro (plancha de acero) se lavan de esta manera, se termina raspando el aceite y arruinando uno de los mejores aspectos del uso de una sartén de hierro (plancha de acero). El mismo usuario hace de la sartén un utensilio difícil de utilizar.